jueves, 7 de enero de 2010

EL CORÁN Y LA CIENCIA MODERNA (4)


LUZ MOVIMIENTOS ASTRONÓMICOS
Vamos a ver ahora el tema de la astronomía
Cuando sea que describo los detalles que el Corán contiene en ciertos puntos de la astronomía para los occidentales, es raro para algunos no contestar que no es nada especial, en esto, considerando los importantes descubrimientos que hicieron los árabes en este campo mucho antes que los europeos.
Esto es, en hecho, una idea singularmente equivocada que se deriva de la ignorancia de la historia. En primer lugar, la ciencia se desarrolló en los países árabes en un tiempo que fue considerable después de que la Revelación coránica ocurrió; en segundo lugar, el conocimiento prevalente en el punto álgido de la civilización Islámica no hubiera sido posible para un ser humano que haya escrito afirmaciones sobre los cielos para aquellos dentro del Corán.
Aquí de nuevo, el tema es tan amplio que solo puedo proveer una línea de esto.
Mientras que la Biblia habla acerca del Sol y de la Luna como dos luminarias diferentes en tamaño, el Corán las distingue por el uso de diferentes epifetos: Luz (nur) para la Luna, antorcha (siraj) para el Sol. El primero es un cuerpo inerte que refleja la luz, el segundo una formación celestial en estado de permanente combustión, y una fuente de luz y calor.
La palabra "estrella" (najm) esta acompañado por otra que la califica y indica que se quema y consume por sí sola y que perece por las sombras de la noche: es la palabra thakib.
En el Corán, la Kawkab definitivamente parece significar los planetas que son formaciones celestes que reflejan y no producen luz como el Sol.
Hoy día se sabe como la organización celeste está balanceada por la posición de las estrellas en una órbita definida y la interpolación de fuerzas gravitacionales relacionadas a su masa y velocidad de movimiento (traslación), cada uno con su propio movimiento (rotación). Pero esto no es lo que el Corán describe, en términos que se han vuelto comprensibles en nuestros días, cuando menciona la fundación de este balance en la Sura Al Anbiya (21:33)"
(Dios es) El Único quien creó la noche, el día, el Sol y la Luna. Cada uno esta viajando en una órbita con su propio movimiento."
La palabra árabe que expresa este movimiento es un verbo, sabaha (yasbahun en el texto); esto lleva la idea de que un movimiento que viene de cualquier cuerpo moviendose, sea el movimiento de unas piernas que corren sobre el suelo o la acción de nadar en agua. En el caso del cuerpo celestial, uno es forzado a traducirlo en el sentido original, que es "viajar con el movimiento propio de uno."
La descripción de la secuencia del día y la noche sería, en sí misma, bastante común si no fuese por el hecho que, en el Corán está expresado en términos que hoy son altamente significativos. Esto es porque usa el verbo [kawwara] en la Sura Al Zumar (39:5) para describir el uso "vientos" o "espirales" de la noche en sí acerca del día y el día acerca de la noche, justo como, en el significado original del verbo, "un turbante está enrollado alrededor de la cabeza."
Esto es una comparación totalmente válida; aún en el tiempo que el Corán fue revelado, los datos astronómicos necesarios para sacarlos eran desconocidos.
La evolución de los cielos y la noción de un lugar colocado para el sol también están descritas.
Están de acuerdo con muchos detalles de las ideas modernas. El Corán también parece haber aludido a la expansión del universo.
Hay también la conquista del espacio. Esto ha sido implicado gracias al notable progreso tecnológico y ha resultado en el viaje del hombre a la Luna. Pero esto seguramente arroja a la mente cuando leemos Sura Al Rahman (55:33).
" ¡OH asamblea de genios y hombres, si es que podéis penetrad en las regiones de los cielos y la tierra, entonces penetradlos! No los penetrareis salvo por [nuestro]poder."
Este poder viene del Todopoderoso, y el tema de toda la Sura es una invitación a reconocer los beneficios de Dios al hombre.

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