domingo, 31 de enero de 2010

La Oracion Assalat

El Salat es el ritual diario de la oración que realizamos los musulmanes como uno de los cinco pilares del Islam. Se realiza cinco veces al día por todos los musulmanes. El Salah es una veneración especial, diferente del rezo inspirado en el momento. Los musulmanes rezamos, o para ser más correctos, veneramos cinco veces al día:
· Entre la primera luz del día y la salida del sol.
· Después de que el sol haya pasado el cenit.
· Entre la media tarde y la puesta del sol.
· Entre la puesta del sol y la última luz del día.
· Entre la oscuridad y la medianoche.
Cada oración toma alrededor de 5 minutos, pero puede alargarse si la persona lo desea. Los musulmanes podemos rezar en cualquier lugar limpio, solos o en comunidad, en la mezquita o en el hogar, en el trabajo o en el camino, adentro o afuera del hogar. Bajo circunstancias especiales, como en una enfermedad, viaje o guerra, la oración se facilita.
Tener tiempos específicos cada día para estar cerca de Dios ayuda a los musulmanes a tomar conciencia de la importancia de su fe, y el rol que juega en cada momento de la vida. Los musulmanes comenzamos nuestro día aseándonos, y luego parándonos ante nuestro Señor en la oración. Las oraciones consisten en recitaciones del Corán en árabe y una secuencia de movimientos: pararse, inclinarse, postrarse y sentarse. Todas las recitaciones y movimientos expresan sumisión, humildad, y homenaje a Dios. Las varias posturas que los musulmanes adquirimos durante las oraciones capturan el espíritu de sumisión; las palabras nos recuerdan nuestro compromiso con Dios. La oración también nos recuerda la creencia en el Día del Juicio en el que tendremos que dar cuenta de nuestras obras. Es así como los musulmanes comenzamos nuestro día. Durante el curso del día, los musulmanes nos apartamos de nuestras preocupaciones y los asuntos materiales por unos momentos y nos presentamos ante Dios. Esto hace que recordemos los propósitos reales de la vida.
Estas oraciones sirven como un constante recordatorio a través del día para ayudar a que los creyentes tengamos presente a Dios en el estrés diario del trabajo, la familia y las distracciones de la vida. La oración fortalece la fe, nos recuerda nuestra dependencia de Dios, y pone a la cotidianidad en la perspectiva de la vida después de la muerte y el Juicio Final. Cuando nos preparamos para rezar, los musulmanes miramos hacia la Meca, la Ciudad Sagrada, que aloja la Ka’abah (el antiguo lugar de veneración construido por Abraham y su hijo Ismael). Al final de la oración se recita la shahada (testimonio de fe) y la salutación: “Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Dios sean para todos”.
La oración puede realizarse de manera individual, pero la oración colectiva en la mezquita tiene un mérito especial. Con los rostros orientados hacia la Ka’abah en la Meca, los orantes se colocan en línea tras el Imam, o líder de la oración, quien los dirige al ejecutar las posturas físicas que acompañan las recitaciones del Corán. En muchos países musulmanes, la llamada a la oración, o Adhan, se repite en los minaretes, y ayudado por altoparlantes el almuédano (muecín) dice:
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
Ash-hadu an-laa ilaaha íll-Allah (Atestiguo que nadie merece ser adorado excepto Dios).
Ash-hadu an-laa ilaaha íll-Allah (Atestiguo que nadie merece ser adorado excepto Dios).
Ash-hadu ánna Muhámmadan Rasul-ullah (Atestiguo que Muhámmad es el Mensajero de Dios).
Ash-hadu ánna Muhámmadan Rasul-ullah (Atestiguo que Muhámmad es el Mensajero de Dios).
Háiya ‘alas-Salah (¡Venid a la oración!)
Háiya ‘alas-Salah (¡Venid a la oración!)
Háiya ‘alal-Falah (¡Venid a la prosperidad!)
Háiya ‘alal-Falah (¡Venid a la prosperidad!)
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
Allahu Ákbar (Dios es Supremo),
La ilaaha íll-Allah (Nadie merece ser adorado excepto Dios).
El viernes es el día de la adoración comunitaria en el Islam. La oración semanal del viernes es el servicio religioso más importante. La oración del viernes se desarrolla de la siguiente manera:
· Se realiza en el mismo momento en que se realiza la oración del mediodía.
· Debe ser realizada en una congregación guiada por un líder de oración, un Imam. No se puede ofrecer individualmente. Los musulmanes en Occidente tratamos de arreglar nuestras tareas para poder estar presentes en esta oración.
· Más que un día de descanso como el domingo para los cristianos o el sábado para los judíos, el viernes es un día de devoción y de reflexión. El musulmán tiene permitido trabajar el viernes como cualquier día normal de la semana. Pueden proceder con sus actividades normales, pero deben detenerlas para la oración del viernes. Después de que termina la oración, podemos proseguir con nuestras actividades.
· Normalmente la oración del viernes se realiza en la mezquita, si es posible. En ocasiones, si no es posible, puede ofrecerse en un complejo, parque, etc.
· Cuando llega el momento de la oración, se pronuncia el Adhan, el imam se para frente a la los presentes y da su sermón (conocido como Jutbah en Árabe), una parte esencial del rito al cual es necesario atender. Mientras el imam habla, todos los presentes escuchan el sermón atentamente hasta el final. Algunos imames en Occidente dan el sermón en el idioma local, otros lo hacen en árabe. Los que lo hacen en árabe generalmente facilitan una traducción.
· Hay dos sermones, uno se distingue del otro por el descanso breve del imam. El sermón comienza con palabras de alabanzas a Dios y salutaciones sobre el Profeta Muhámmad, que la paz de Dios sea con él.
· Después del sermón, en la oración se recita el pasaje del Corán llamado al- Fátiha, y otro pasaje coránico a elección del Imam en una voz audible. Esto completa la oración.
Las oraciones especiales en congregación, que incluyen un sermón, normalmente se ofrecen a media mañana en los dos días de festividad. Uno de ellos es inmediatamente después del mes del ayuno, ramadán, y el otro después de la peregrinación anual.
Aunque no es una obligación religiosa, las oraciones voluntarias individuales, especialmente durante la noche, se enfatizan y son una práctica común entre los musulmanes piadosos.
Fuente: WebIslam.
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viernes, 29 de enero de 2010

Lectura Emocionante del Coran Del Profesor Omar Al Kazabiri


Tarawih Ramadan 2009.





Allayla 026 Fjar + Do3a2

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miércoles, 27 de enero de 2010

El Concepto de la Fe (Imán)


Algunas personas pueden suponer que el hombre se convierte en musulmán cuando confiesa la creencia en la Unidad del Dios Verdadero y en Muhammad como su último Profeta Sin embargo, tal supuesto está aún distante del pleno significado de la Fe. El pleno significado de la Fe en el Islam no es, en absoluto, algo nominal o meramente formal. La Fe en el Islam es un estado de felicidad, que se adquiere en virtud de actitudes positivas y concepciones constructivas, así como de medidas dinámicas y efectivas.
El Santo Corán y las Tradiciones de Muhammad definen estas medidas necesarias y establecen las normas que constituyen una Fe significativa. Así pues, los verdaderos creyentes son:
1 . Aquellos que creen en Dios, Sus Ángeles, Sus Escrituras recopiladas en el Corán. Sus Profetas - de los que Muhammad es el Ultimo , en el día del Juicio Final y en la sabiduría y el conocimiento absoluto de Dios.
2. Aquellos que confían siempre en Dios y gozan de una confianza inconmovible en El.
3. Aquellos que emplean, a la manera de Dios, Io que El les ha dado en forma de riqueza, vida, salud, conocimiento, experiencia, etc.
4. Aquellos que hacen regularmente sus oraciones diarias, así como las celebraciones semanales y anuales.
5. Aquellos que pagan sus impuestos religiosos (limosnas o azaques) a los legítimos beneficiarios (individuos o instituciones), el mínimo de los cuales corresponde al 2,5% de los ingresos anuales *netos*, o del valor total de las acciones cuando se trate de empresas, tras deducir todos los gastos y créditos.
6. Aquellos que ordenan hacer el bien y la justicia, y combaten el error y el mal por todos los medios legales a su alcance.
7. Aquellos que obedecen a Dios y a Su Profeta Muhammad (PBSE), sienten aumentar la fuerza de la Fe cuando se recita el Corán, y son humildes de corazón cuando se menciona el nombre de Dios.
8. Aquellos que aman a Dios y a Su Profeta (PBSE) sobre todas las cosas y aman sinceramente a su prójimo, sólo por amor a Dios.
9. Aquellos que aman a sus vecinos, próximos y lejanos, y muestran auténtica amabilidad para con sus huéspedes, especialmente con los extraños.
10. Aquellos que dicen la verdad y se entregan a las buenas conversaciones; o, de lo contrario, se abstienen.
Está claro que el verdadero significado de la Fe hace al IsIam penetrar, de manera profunda y constructiva, en todos los aspectos de la vida. De acuerdo con el Islam, la Fe auténtica ejerce un efecto decisivo en la suerte espiritual y material del hombre y, también, en su comportamiento personal y social, además de en su conducta política y en su actividad financiera. He aquí algunos ejemplos de cómo describe el Corán a los verdaderos creyentes. El Corán contiene numerosas referencias, como éstas:
"Sólo son auténticos aquellos cuyos corazones se muestran sumisos (y humildes) cuando se menciona el nombre de Dios, quienes sienten que su fe crece y se fortalece cuando se les relatan las revelaciones de Dios, y quienes confían en su Señor, reconocen la oración (tal como se les ordena) y emplean (en la causa de Dios) Io que Nosotros les hemos otorgado. Son aquellos que creen en la verdad. Para ellos existen (elevados) grados (de honor) junto a su Señor y gozarán de generoso sustento" (Corán, 8:2-4)
En cambio, los creyentes y las creyentes son protectores unos de otros. Recomiendan el bien, prohíben Io ilícito, observan la oración, pagan AI Zakat y obedecen a Dios y a Su Apóstol, Dios les tendrá en su misericordia porque Dios es poderoso, prudente.
"Dios prometió a los creyentes y a las creyentes jardines bajo los cuales corren los rios, donde morarán eternamente, así como también albergues encantadores, en los jardines del Edén; mas sabed que la complacencia de Dios es aún mayor que ello. tal será la bienaventuranza (Corán, 9:71 -72).
"Son tan sólo creyentes quienes creen en Dios y en su Mensajero y no dudan luego, y sacrifican su hacienda y sus personas por la causa de Dios ¡Estos son sinceros! " (Corán, 49:15).
Además de estas referencias coránicas, muchas Tradiciones de Muhammad se expresan de modo parecido. Así por ejemplo:
"Ninguno de vosotros puede ser un verdadero creyente a no ser que quiera para su prójimo, también creyente, Io que desea para sí.”
Tres son las características de la fe firme, de tal forma que quien las adquiere puede saborear la dulzura de la Fe:
(1) Amar a Dios y a Su Profeta (PBSE) sobre todas Ias cosas.
(2) Amar al prójimo sólo por amor a Dios y
(3) Rechazar y resistirse a caer en la incredulidad, en la misma medida que se resiste a ser arrojado al fuego”.
"Quien cree en Dios y en el día del juicio Final tiene prohibido causar daño alguno a su vecino, está obligado a ser amable con sus huéspedes - especialmente con aquellos que son extraños -, debe decir la verdad o, de Io contrario, abstenerse de hablar".
Existen múltiples versículos y tradiciones semejantes a los citados. Pero debe tenerse en cuenta, sin embargo, que las citas recogidas no son, ni pueden ser, las palabras exactas del Corán y de Muhammad tal como se expresa en el texto árabe. La razón es simple. Ningún intérprete, por cultivado y experto que sea, podrá jamás transmitir, en lengua alguna, la fuerza espiritual y el encantador atractivo del Corán. El Corán es - y así lo hizo Dios - inimitable; y queda muy lejos, de la imaginación y de la energía humana, producir nada semejante. Lo que es cierto del Corán, en este sentido, es también cierto de las tradiciones de Muhammad en cierta medida; porque, después del Corán, sus palabras son las más concluyentes y elocuentes.
Fuente: Islam en línea.
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martes, 26 de enero de 2010

LOS CINCO PILARES DEL ISLAM


Dijo el Mensajero de Dios (PYB):
"El Islam se fundamenta en cinco pilares: Atestiguar que no hay otra divinidad con derecho de ser adorada, sino Dios, y que Muhammad es el Mensajero de Dios, observar las oraciones, pagar el zakat, ayunar en Ramadán y peregrinar a la Casa (Ka'aba) si se cuenta con los medios".
Los Cinco Pilares del Islam constituyen el marco de vida musulmana y son: la fe, la oración, la preocupación por los necesitados, el ayuno y la peregrinación a La Meca para los que puedan llevarla a cabo.
1. La Fe
No hay más divinidad que Dios, y Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios estén con él (B y P) , es el Mensajero de Dios"
Este testimonio de fe se llama la SHAHADA, una sencilla fórmula que pronuncian todos los fieles. En árabe,la primera parte es la ilaha illa Llah --"no hay más divinidad que Dios";
ilaha (divinidad o dios con minúscula) se refiere a cualquier cosa que podamos sentirnos tentados a poner en lugar de Dios: la riqueza, el poder o cualquier otra cosa mundana similar. Después viene illa ´Lah: "sino Dios", la fuente de toda la Creación. La segunda parte de toda la Creación. La segunda parte de la HAHADA es Muhammadun rasulu ´Llah :"Muhammad es el mensajero de Dios". Un mensaje de guía y dirección llegado a través de un hombre como nosotros.
2.La Oración
SALAT es el nombre que reciben las oraciones obligatorias que se rezan cinco veces al día y que son un lazo directo entre el creyente y Dios. No hay autoridad jerárquica en el Islam ni sacerdotes y, por ello, las oraciones las dirige una persona letrada que conozca el Corán y que la comunidad elige. Estas cinco oraciones contienen versículos del Corán y se rezan en árabe, la lengua de la Revelación; también se pueden dirigir a Dios oraciones personales en la propia lengua del que reza.
Las oraciones se rezan al amanecer, al mediodía, por la tarde, a la puesta del sol y por la noche y, de este modo, determinan el ritmo de todo el día. Aunque es preferible rezar colectivamente en una mezquita, un musulmán puede rezar casi en cualquier lugar, en el campo, en la oficina, en la fábrica o en la universidad. Las personas que visitan el mundo musulmán se quedan impresionadas por el carácter primordial que la oración tiene en la vida cotidiana.
3. El Zakat
Uno de los principio más importantes del Islam es que todo pertenece a Dios y que por tanto, la riqueza la tienen los hombres en depósito. La palabra ZAKAT significa tanto "purificación" como "crecimiento". Nuestras posesiones se purifican reteniendo una parte para los necesitados y, como la poda de los árboles, este corte trae consigo un equilibrio y fomenta un nuevo crecimiento.
Cada musulmán calcula su propia SAKAT de forma individual y consiste en el pago anual del dos y medio por ciento del capital de cada uno.
Una persona piadosa también puede dar tanto como quiera como SADAQA y lo hace preferiblemente en secreto. Aunque esta palabra puede traducirse como "caridad voluntaria" tiene un significado más amplio.
El profeta dijo: "Incluso salir al encuentro de tu hermano con una cara sonriente es caridad".
El Profeta dijo:"La caridad es una necesidad para cada musulmán". Alguien le preguntó:¿Qué ocurre si una persona no tiene nada?" El profeta contestó:"Debe trabajar con sus manos para su beneficio y dar algo de sus propias ganancias como caridad". Los compañeros preguntaron:" ¿Qué sucede si no puede trabajar?" El Profeta respondió:"Debe ayudar a los pobres y a las personas necesitadas". Los compañeros insistieron:"¿Y si ni siquiera puede hacer eso?" El Profeta dijo:"El debe premiar a los demás para hacer el bien". Los compañeros volvieron a preguntar:"¿Y si tampoco puede hacer eso?" El Profeta contestó:" Debe abstenerse de hacer el mal. También eso es hacer caridad".
4. El Ayuno
Cada año durante el mes de Ramadán todos los musulmanes ayunan desde el alba hasta la puesta del sol, absteniéndose de comer, beber y tener relaciones sexuales. Los enfermos, los ancianos, los que están de viaje y las mujeres embarazadas o en estado de amamantar a sus hijos tienen el permiso para quebrantar el ayuno y recuperar un número igual de días en el transcurso del año. Si no pueden realizarlo debido a causas físicas, deben alimentar a una persona necesitada por cada día que no cumplieron el ayuno. Los niños empiezan a ayunar (y a practicar regularmente las oraciones) desde la pubertad, aunque muchos comienzan antes. Aunque el ayuno es muy beneficioso para la salud, se lo considera principalmente como medio de purificación de uno mismo. El que ayuna, al abstenerse de las comodidades mundanas aunque sea por un corto período de tiempo, logra una mayor compasión hacia los que sufren hambre, a la vez que profundiza en su vida espiritual.
5. La peregrinación (Hajj)
La peregrinación anual a La Meca --el Hajj-- es una obligación sólo para los que desde un punto de vista físico y económico pueden efectuarla. A pesar de ello, cerca de dos millones de personas acuden cada año a La Meca desde todos los rincones de la tierra, en una oportunidad única de encuentro para personas de diferentes naciones. Aunque La Meca está siempre repleta de visitantes, el Hajj anual comienza en el mes duodécimo del año islámico (que es lunar y no solar, y por ello el Hajj y el Ramadán caen a veces en verano y otras en invierno). Los peregrinos visten de forma especial; ropas sencillas que dejan de lado las diferencias de clase y cultura para que todos sean iguales ante Dios.
Los ritos del Hajj, que son de origen abrahámico, incluyen la circunvalación a la Ka´ba siete veces y el recorrido, siete veces también, del camino entre los montículos de Safa y Marza, como hizo Hagar durante su búsqueda de agua. Los peregrinos se agrupan después en la amplia llanura de Arafa y se juntan en oración pidiendo el perdón de Dios, en lo que a veces de ha contemplado como una anticipación del Día del Juicio Final.
En los siglos pasados el Hajj era una empresa ardua. Hoy, sin embargo, Arabia Saudí abastece a millones de personas con agua, transporte moderno y avanzados servicios médicos.
La clausura del Hajj se celebra en todas las comunidades musulmanas del mundo con una fiesta. la Eid al-Adha, en la que se reza y se intercambian regalos. Esta fiesta y la del Eid-al Fitr, el día que conmemora el final del Ramadán, son las principales celebraciones del calendario islámico.
Fuente: Nur el Islam
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lunes, 25 de enero de 2010

Jutba 1

Allhamdullillah, Allhamdullillah, Allhamdullillah, wahda hu, wa ssalatu wa ssalamu ala rasul i llah, salla llahu alaihi wa ssalam wa ala alihi wa sahbihi wa salim taslima wabaad:
El Islam les exige a las musulmanas y musulmanes que examinen todos los asuntos de la vida y relación con los seres humanos de forma detenida antes de hacerse una opinión. Allah (s.w.t) dice en el Corán: "Oh creyentes, si un hombre malvado viene a vosotros con alguna noticia, aseguraros de su certeza, no vaya a ser que dañéis a la gente de forma innecesaria y después os tengáis que arrepentir de lo que habéis hecho" (Cor. 46:6).
El Corán insiste en este concepto de justicia que no está limitado por la raza, ni el color ni la nacionalidad. Allah (s.w.t) dice: "Cuando juzgues entre la gente, juzga con justicia: ¡Ciertamente, cuan excelentes son las enseñanzas que Allah te ha dado!" (cor. 4: 58).
El Islam establece de forma clara que la humanidad no es sino una gran familia. El origen de toda ella es uno, y todos fueron creados de una sola alma. Allah (s.w.t) dice en el Corán: "Oh humanidad, reverenciad a vuestro Señor Protector, que os creó de una sola Persona, creando de ella su pareja, y de ellos infinitud de hombres y mujeres" (Cor. 4:1)
Como todas las gentes forman parte de la familia de Allah (s.w.t), el Islam insiste en la igualdad humana absoluta y respeta a todos los seres humanos. En el Corán, Allah (s.w.t) se dirige a la humanidad en estas palabras: "¡Oh humanidad! Os creamos de una sola pareja de hombre y mujer, y os hicimos naciones u tribus para que os conocieseis unas a otras. Ciertamente el más valioso ante Allah es el más recto de entre vosotros" (Cor. 49:13).
La variedad humana y la diversidad se ve como parte de las bendiciones y el regalo de Allah (s.w.t). Lo que debe hacer la gente es ir más allá de la mera coexistencia y buscar de forma activa, el entendimiento mutuo. El Profeta Muhammad (s.a.s) enseño que toda la humanidad debe ser considerada como parte de la familia de Allah, y que Allah a quienes más ama son a aquellos que son más beneficiosos para los miembros de Su familia.
El Islam afirma inequívocamente el derecho de cada individuo a la libertad de pensamiento y creencia. Si uno toma el tiempo necesario para leer el Corán y estudiar la vida del Profeta Muhammad, (s.a.s), y de sus compañeros, descubrirá una sociedad basada en el amor, la misericordia, la justicia y la hermandad. También encontraréis que su aceptación del Islam fue resultado de su razonamiento, convicción, satisfacción, y no de la violencia, compulsión o la opresión. El Corán ordena de la siguiente manera: "No hay compulsión en el din, la Verdad se mantiene claramente diferenciada del error. Quien rechaza el mal y cree en Allah se ha sujetado al asidero más seguro, que nunca falla" (Cor. 2:256).
Y también dice el Corán: " Les mostraremos nuestros signos en el Universo y en sus propias almas, hasta que sea claro para ellos que es la verdad…" (cor. 41:52).
Allhamdullillah, Allhamdullillah, Allhamdullillah
Allah dice en el Corán: "Y no discutáis con la gente del Libro sino con la excelencia" (Cor. 29:46).
Incluso cuando se enfrentan a gentes que son hostiles a sus creencias y a ellos mismos, los musulmanes deben tomar el camino de la bondad, la paz, la unidad y responder con paciencia y amabilidad. Allah se dirige a los creyentes de la siguiente manera: "ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para los que son sumamente pacientes en la adversidad y profundamente agradecidos (a Allah); o puede hacerles perecer por lo que han hecho, si bien El perdona mucho." (Cor. 42:34)
Las musulmanas y musulmanes, deben abrir sus ojos, y mirarse los uno a los otros a través de lentes que les muestren las cosas desde más cerca y no les muestren las cosas como distantes. Algunos sabios del Islam, a partir del Corán y la Sunnah, han dicho que el ser humano tiene nueve puntos vitales, que son: los oídos, los ojos, la boca, los brazos, los pies, el corazón, el intelecto y la imaginación. Allah (s.w.t) nos juzgará a partir de ellos. El control de ellos por parte del intelecto, la limpieza de corazón y el desarrollo de la conciencia en el creyente es, pues, crucial. La paz real solo se puede conseguir si estamos unidos bajo el estandarte de Allah (s.w.t) y Su mensajero (s.a.s), y nos unimos en hermandad y cooperación, para construir un mundo mas justo para la gente del presente y las generaciones futuras.
Que Allah (s.w.t) nos guíe de buena manera, para encontrar la verdad sin prejuicios ni ambiciones terrenales, con el espíritu del amor, la tolerancia y la hermandad. Todas las alabanzas y gracias son para Allah (s.w.t), el Señor de los mundos.

Fuente: Jutba Islam Y Andalus
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jueves, 21 de enero de 2010

martes, 19 de enero de 2010

Los modales del musulmán



Los modales del musulmán
Por: Dr. Ahmed Al Mazyad y Dr. 'Adil Ash-Shiddi
Todas las alabanzas pertenecen únicamente a Allah; quiera El conceder la paz y las bendiciones a nuestro Profeta Muhammad, sello de la profecía, a su familia, compañeros y todos aquellos que siguen su camino hasta el DIA de la Resurrección.
La legislación islámica (Shari’ah) es un sistema completo que tiene como objetivo construir la personalidad del ser humano en todos sus aspectos y facetas. El Islam concede gran importancia a este asunto, y por ende unió la fe y los modales. El Profeta (sws) dijo: “El mas completo de los creyentes y mas perfecto en su creencia es aquel que posee los mejores modales.” (Ahmad, Abu Dawud & Tirmidhi).
Los correctos modales son el fruto de la creencia y la fe. La fe no prospera si no se ve acompañada de un crecimiento de los buenos modales. El Profeta (sws) nos informo que uno de sus mas grandes objetivos como profeta era completarlos mas excelentes modales; dijo: “He sido enviado para completar los buenos modales.”(Ahmad, & Bujari en el libro titulado Al-Adab Al-Mufrad).
Allah (swt) alabo los modales y la educación de Su Profeta (sws): [Eres si de eminente carácter] (Al-Qalam El Calamo 68: 4).
¿Cómo puede compararse entonces la excelencia del Islam respecto a los modales y valores con las artificiales teorías y materialistas que han abandonado todo valor y principio, sin siquiera oponerse a la opresión de otros pueblos y naciones, para sustraer sus riquezas y humillar a sus ciudadanos?
El Islam ha establecido que perfeccionar los modales en todos los asuntos cotidianos e una manera de acercarse a Allah (swt) y a su complacencia.
Pero cuando el musulmán se distancia de los modales islámicos, en realidad se esta distanciando también del espíritu del Islam y sus principios básicos y se torna un robot desprovisto de alma o sentimiento humano.
En el Islam los modales y la fe tienen estrecha relación. Allah (swt) ha explicado que el Salat (la oración) protege a la persona del mal y los pecados, purifica y eleva el alma. Dijo Allah (swt): [La oración prohíbe la deshonestidad y lo reprobable.] (Al-Ankabut La Araña 29:45).
El ayuno impregna a la persona con el más grande de los modales: la piedad. Dijo Allah (swt): [¡Creyentes!: Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, alcancéis la piedad.] (Al-Baqarah La Vaca 2: 183). El ayuno induce a otros modales como la calma, la tranquilidad, la tolerancia, y apartarse de todo lo vano y superficial. El Profeta (sws) dijo: “Si alguno de vosotros esta ayunando que no diga obscenidades ni grite o alborote. Si es insultado o dañado que diga: !Estoy ayunando!” (Bujari & Muslim).
El Zaqat (la caridad obligatoria) también purifica los corazones y las almas, y libra de enfermedades como el egoísmo, dice Allah (swt) en el Coran: [¡Reduce de sus bienes una limosna para limpiarles y purificarles con ella!] (At-Tawbah El Arrepentimiento 9: 103).
El Hayy (la peregrinación) es una escuela práctica para purificar el alma de todo mal. Dice Allah (swt) en su Libro: [Quien decida hacerla en esos meses se abstendrá durante la peregrinación a las relaciones maritales, de cometer actos impíos y de discutir] (Al-Baqarah La Vaca 2: 197). El Profeta (sws) dijo: “Quien realiza el Hayy y no mantiene relaciones sexuales con su esposa (durante el Hayy), ni comete pecados, saldrá del Hayy (purificado) como el día que su madre le dio a la luz.” (Bujari & Muslim.
Los modales islámicos esenciales
1. La veracidad:
Entre los modales islámicos que Allah y Su Mensajero han ordenado se encuentra la veracidad. Dice Allah en el Coran: [¡Creyentes! Temed a Allah y permaneced con los sinceros.] (At-Tawbah El Arrepentimiento 9: 1190. El Profeta (sws) dijo: “la veracidad guía a la rectitud, y la rectitud lleva al Paraíso. La persona continua diciendo la verdad hasta que es escrito ante Allah como veraz.” (Muslim).
2. Devolver los depósitos dejados en confianza:
El Islam ha ordenado a los musulmanes que devuelvan los depósitos dejados en confianza; dice Allah (swt) en el Coran: [Allah os ordena que restituyáis los depósitos a sus propietarios y que cuando decidáis entre los hombres lo hagáis con justicia.] (An-Nisaa’ Las Mujeres 4: 58). El Profeta (sws) fue apodado ‘El Fidedigno’ por su tribu, ya que ellos le confiaban su riqueza para que la guardase. Cuando Allah (swt) permitió al Profeta (sws) emigrar de Makkah Madinah debido al aumento de la opresión que sufría el y sus seguidores, el Profeta (sws) no emigro hasta haber devuelto todo el dinero depositado en confianza, a pesar de que los dueños de dichos depósitos eran incrédulos. El Islam nos ha ordenado que devolvamos los depósitos sin tener en cuenta si los depositantes son musulmanes o profesan otra religión.
3. Cumplir las promesas:
Cumplir las promesas es otro de los modales esenciales islámicos; dice Allah (swt) en el Coran: [¡Cumplid todo compromiso, porque se pedirá cuenta de el!] (Al-Israa’ El Viaje Nocturno 17:34) y también [Quienes observan fielmente la alianza con Allah y no violan lo pactado] (Ar-Rad El Trueno 13:20). El Profeta (sws) nos informo que una de las características del hipócrita es que no cumple sus promesas.
4. La humildad:
El musulmán se caracteriza por la humildad con que convive con sus hermanos en la fe, ya sean estos ricos o pobres. Dice Allah (swt): [Y ¡se benévolo con los creyentes!] (Al-Hiyr 15:88). El Profeta (sws) dijo: “Allah me ha inspirado que seáis benévolos entre si, que nadie se comporte jactanciosamente ni oprima a los demás.” (Muslim).
5. La bondad con los padres:
La obediencia y honra a los padres es muestra de la importancia que el Islam otorga a los mayores. Allah (swt) ha mencionado en el Coran los derechos que el ser humano debe a su creador, e inmediatamente después enuncia los derechos de los padres y los mayores: [Adorad a Allah y no le asociéis nadie en la adoración y sed buenos con vuestros padres] (An-Nisaa’ Las Mujeres 4:36) Allah (swt) nos ha ordenado que los obedezcamos, seamos misericordiosos con ellos, humildes al tratarlos y suplicar por ellos: [Se benévolo con ellos y di: ¡Señor, ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron cuando me educaron siendo un niño!] (Al Izar El Viaje Nocturno 17: 24). Alguien vino a visitar al Profeta (sws) y le pregunto: ¡Mensajero de Allah! ¿De toda la gente, a quien le corresponde el mayor derecho a que se le haga el bien y se le ofrezca compañía?
Dijo: ‘A tu madre’
Y Dijo: ‘¿Después a quien?
Dijo: ‘A tu madre’
Y Dijo: ‘¿Después a quien?
Dijo: ‘A tu madre’
Y Dijo: ‘¿Después a quien?
Dijo: ‘A tu padre’ (Bujari & Muslim)
La bondad con los padres no es una mera recomendación para el musulmán, sino que es una obligación acorde al consenso general de sabios musulmanes.
6. Mantener y fortalecer los lazos familiares:
Mantener y fortalecer los lazos familiares es una obligación del musulmán, y cortar estas relaciones es causa del alejamiento de toda misericordia y la privación del ingreso al Paraíso; dice Allah (swt) en el Coran: [Si volvéis la espalda, os exponéis a corromper en la tierra y a cortar vuestros lazos de sangre. A estos quienes Allah maldice, volviéndoles sordos y ciegos.] (Muhammad 47: 22-23). El Profeta (sws) dijo: “Quien corte los lazos de parentesco no entrara al Paraíso” (Bujari & Muslim).
7. La bondad con los vecinos:
La bondad con los vecinos se encuentra entre los más nobles modales islámicos, Allah (swt): [Adorad a Allah y no le asocies nadie en la adoración. Sed buenos con vuestros padres, parientes, huérfanos, pobres, vecinos - parientes y no parientes-, el compañero de viaje, el viajero] (An-Nisaa’ Las Mujeres 4: 36) Allah nos ha ordenado ser amables con los vecinos estén cercanos o lejanos. El Profeta (sws) dijo: “EL ángel Yibril continuo aconsejándome la bondad con los vecinos, hasta que pensé que ellos tendrían derecho a parte de la herencia.”(Bujari & Muslim). El Profeta (sws) también dijo a Abu Dharr: “ !Abu Dharr! Cuando prepares sopa, agrega mas agua en el recipiente, y recuerda a tu vecino (es decir acércale algo de ella).” (Muslim). Los vecinos deben ser tratados con amabilidad ya sean estos musulmanes o incrédulos.
8. La generosidad con los invitados:
El Profeta (sws) dijo: “Quien crea en Allah y en el Día del Juicio que sea generoso con su invitado.” (Bujari & Muslim).
9. La generosidad:
Allah (swt) alabo a aquellos que gastan generosamente: [Quienes gastan su hacienda por Allah sin hacerlo seguir de alarde ni agravio tendrán su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes.] )Al-Baqarah La Vaca 2: 262). El Profeta (sws) dijo: “Quien posea un lugar vacío en su vehículo que le permita viajar a quien no lo posea, y quien posea comida de mas, que se la ofrezca a quien no la posea.” (Muslim).
10. Paciencia y tolerancia:
Tolerar y perdonar los errores de la gente y aceptar sus disculpas es una característica del Islam. Dice Allah (swt): [Quien es paciente y perdona, eso si que es dar muestras de resolución.] (Ash-Shuraa’ La Consulta 42:43) y también dice: [Que perdonen y se muestren indulgentes. ¿Es que no queréis que Allah os perdone? Allah es indulgente. Misericordioso.] (An-Nur La Luz 24: 22). El Profeta (sws) dijo: “La caridad no disminuye la riqueza. Cuando el siervo es tolerante con los demás Allah (swt) le eleva en grados.” (Muslim). El Profeta (sws) también dijo: Sed misericordiosos y Allah será misericordioso con vosotros; perdonad (a la gente) y Allah os perdonara.” (Ahmad).
11. Reconciliar a las personas:
Reconciliar a las personas es una excelente manera de difundir el amor, la armonía y el espíritu de cooperación entre las personas. Dice Allah (swt): [En muchos de sus conciliábulos no hay bien, salvo cuando uno ordena la limosna, lo reconocido como bueno o la reconciliación entre los hombres. A quien haga esto es por deseo de agradar a Allah. Le daremos una magnifica recompensa.] (An-Nisaa’ Las Mujeres 4: 114).
12. El pudor:
El pudor es una virtud que previene la vileza y la maldad. El pudor se puede sentir de Allah (swt), es decir sentir vergüenza y pudor de que Allah le vea cometer una desobediencia. También puede sentirse pudor de las personas y de uno mismo, y es en cualquiera de los casos una señal de fe. Dijo el Profeta (sws) “ El pudor es una parte de la fe.” (Bujari & Muslim). También dijo: “El pudor no trae sino bien.” (Bujari & Muslim).
13. La misericordia:
La misericordia es algo que muchas personas han perdido en sus corazones, y debido a esto sus corazones son tan duros como la piedra o peor aun. El creyente, por el contrario, es misericordioso, considerado y compasivo, tal como dice Allah (swt): [Es, también formar parte de los que creen, de los que se recomiendan mutuamente la paciencia y la misericordia. Esos son los de la Derecha.] (Al-Balad La ciudad 90:17-18). El Profeta (sws) dijo: “El ejemplo de los creyentes en su misericordia entre ellos, en el amor que se profesan es como el de un solo cuerpo, si cualquier parte esta enferma, entonces todo el cuerpo sufre el insomnio y la fiebre.” (Muslim).
14. La justicia:
La justicia trae serenidad a corazones y almas, produciendo seguridad y estabilidad en la sociedad. Dice Allah (swt) en el Coran: [Allah prescribe la justicia, la beneficencia y la caridad con los parientes.] (An-Nahl Las Abejas 16:90) y también dijo: [Sed justos, esto es lo mas próximo a Allah] (Al-Ma’idah La Mesa 5: 8). El Profeta (sws) dijo: “Solo las personas justas estarán sentadas en los pulpitos de luz el día del Juicio; aquellas que fueron justas al juzgar entre sus familiares y de quienes fueron responsables.” (Muslim).
15. La castidad conyugal:
La castidad conyugal protege el honor, y previene la confusión en el linaje. Dijo Allah (swt): [Que los que no puedan casarse observen la continencia hasta que Allah les enriquezca con Su favor.] (An-Nur La Luz 24: 33). El Profeta (sws) dijo: “Quien me garantiza mantener seis cosas, yo le garantizare el Paraíso: cuando hable que no mienta, devuelva lo que se le ha dado en confianza, si promete que cumple, que rescate la mirada, que no use sus manos para dañar a otras personas y que guarde su castidad.” (Tabarani).
Ninguna persona podría negar las virtudes de los modales que hemos mencionado de los mencionado, porque todos ellos son modales que coinciden con las intrínseca naturaleza humana. Si los musulmanes se aferran a estos valores y morales, las personas entrarían en la religión de Allah en muchedumbres, así como lo hicieron como resultado de los modales y virtudes de las primeras generaciones tempranas de musulmanes.

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lunes, 18 de enero de 2010

EL ISLAM Y LOS PROFETAS

La misión profética es un elemento fundamental en las religiones reveladas (judaísmo, cristianismo e Islam). Pero mientras en el judaísmo y el cristianismo posee un carácter nacional y temporal, en el Islam adquiere un sentido y unos estatus de carácter universal en espacio y tiempo.
Dios creó al hombre para un noble objetivo: consagrarle a un culto y llevar una vida virtuosa fundada en sus enseñanzas y sus preceptos. Pero, ¿cómo va a conocer el hombre su cometido y el objetivo de su existencia si no recibe las instrucciones claras y precisas de lo que Dios espera de él? Es aquí donde la misión profética es imprescindible. Dios ha elegido en cada nación uno o varios profetas para transmitir al pueblo su mensaje.
Podríamos preguntarnos cómo los profetas fueron elegidos y quién merecía entre los hombres un honor tan sublime.
El don de la misión profética es una bendición y un favor de Dios que puede otorgarlo a quien El desea. Sin embargo, y estudiando sus diversos mensajes a lo largo de toda la historia, podemos identificar tres características del profeta en general:
1. En el aspecto moral e intelectual, es el mejor miembro de la comunidad a la cual pertenece. Este punto es esencial, ya que la vida del profeta sirve de modelo a sus discípulos. Su persona debe ejercer una atracción positiva sobre el pueblo, para inducir a este último a aceptar el mensaje y no rechazarlo por defectos de carácter del profeta. Además, el propio profeta y tan pronto como ha recibido el mensaje se convierte en una persona infalible, lo que significa que está fuera de cualquier error. Los errores que comete caen dentro del plan educativo de la misión, y son inmediatamente corregidos por la revelación divina.
2. En apoyo del profeta, los milagros prueban que no es un impostor. Estos milagros son permitidos por Dios y otorgados por su divino poder. Se realizan, en general, dentro del marco de la nación del profeta y en aquellas cuestiones que suscitan el máximo interés de la comunidad. Podemos ilustrar este punto citando los milagros más sorprendentes de los tres profetas cuyos nombres están unidos a las tres religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Los contemporáneos de Moisés se destacaban en las prácticas de magia. Así, el mayor de sus milagros le hizo triunfar entre los mejores magos egipcios de su tiempo. Los contemporáneos de Jesús pasaron por hábiles médicos. En consecuencia, sus milagros consistieron en resucitar a los muertos y curar a los incurables. Los árabes contemporáneos del profeta Muhammad eran célebres por su elocuencia y por su admirable poesía. El mayor milagro de Muhammad fue el Corán. Esta obra que legiones de poetas, oradores, filósofos y pensadores árabes y no árabes jamás han podido igualar, a pesar de los constantes desafíos a los que les somete el Corán. Además, el milagro de Muhammad es de una naturaleza excepcional. Todos los milagros anteriores estaban limitados por el espacio y el tiempo, lo que quiere decir que se realizaban ante tal pueblo y en tal lugar. No es lo mismo que el milagro de Muhammad: el Corán se trata de un milagro universal y eterno. Las anteriores generaciones lo atestiguaron y las generaciones que vendrán testificarán también la naturaleza milagrosa de su estilo, de su contenido y de su elevación espiritual. En estas materias siempre se puede hacer la prueba y ella aportará de nuevo la constatación del origen divino del Corán.
3. Cada profeta afirma claramente que lo que recibe no le pertenece personalmente, Sino qué proviene de Dios para el bien de la humanidad, la confirmación de lo que fue revelado anteriormente a él y de lo que podrá ser revelado después, un profeta obra también de una manera que muestre que está contento de transmitir el mensaje que le ha encargado el Verdadero y Único Dios, el Señor de todos los hombres y de todos los tiempos. Así, el mensaje divino forma una unidad en su esencia y su objetivo. Por esto el profeta no puede apartarse de lo que ya ha sido revelado antes o desafine con lo transmitido después que a él.
Los profetas son imprescindibles para transmitir a la humanidad las instrucciones y los preceptos de Dios. Nosotros no tenemos ningún medio para saber por qué hemos sido creados. ¿Qué será de nosotros después de la muerte? ¿Existe una vida futura? ¿Somos responsables de nuestras acciones? En otros términos, ¿habrá recompensa adecuada a nuestra conducta en esta vida? A estas preguntas y también a otras concernientes a Dios, los ángeles, el paraíso, el infierno, etc., no podemos recibir respuesta sin una revelación directa de Dios, Quien conoce las cosas invisibles. Estas respuestas deben ser auténticas; deben ser aportadas por individuos que inspiren confianza y respeto. Por eso los Mensajeros forman la élite de sus sociedades respectivas desde el punto de vista de la conducta moral y de las capacidades intelectuales.
De ahí viene que el mensaje divino, transmitido por el sagrado Corán, no esté de acuerdo con las historias calumniosas que la Biblia contiene respecto a algunos grandes profetas. Por ejemplo, la Biblia cuenta que Lot en estado de embriaguez, cohabitó con sus hijas o que David mató a uno de sus oficiales con el propósito de desposar a su mujer. Los profetas están al margen de lo que indican tales historias. Estas no pueden considerarse ciertas desde el punto de vista islámico.
Además, Dios conduce a los profetas por vías milagrosas y los instruye para proclamar la continuidad del mensaje.
El contenido del mensaje que los profetas transmiten a la humanidad puede ser resumido en cuatro puntos:
a) Una clara noción de Dios: Sus atributos, Su creación, lo que debe serle imputado y lo que no puede serlo.
b) Una clara concepción del mundo invisible, los ángeles, el Paraíso y el Infierno, etc.
c) ¿Por qué Dios nos ha creado? ¿Qué espera de nosotros? ¿Qué recompensas nos proporciona nuestra obediencia o nuestra desobediencia para con El?
d) ¿Cómo regir nuestras sociedades de acuerdo con su voluntad? Estas sociedades precisan de instrucciones y leyes claras, que en el supuesto de que sean aplicadas exacta y honestamente darán lugar a una sociedad ideal y afortunada.
El resultado evidente de la precedente exposición es que nada puede sustituir a los profetas. Incluso en nuestros días, con el progreso de la ciencia, la revelación es la única fuente auténtica de información acerca del mundo sobrenatural y de las condiciones humanas, dentro del marco general en el que se desarrollan las leyes naturales.
En este momento, podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuántos profetas ha enviado Dios a la humanidad? Nosotros no lo sabemos con toda exactitud. Ciertos eruditos musulmanes han facilitado la cifra de 124.000. La única cosa segura es lo que está escrito en el Corán. Sabemos que Dios ha enviado al menos un mensajero a cada nación. Para ello nos basamos en que uno de los principios de Dios es el de no pedir cuentas nunca a un pueblo sin haberle previamente advertido con claridad sobre lo que debía y sobre lo que no debía hacer. El Corán cita el nombre de veinticinco profetas e indica que hubo otros de los que el profeta Muhammad no había oído hablar. Entre estos veinticinco encontramos a Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad. Estos profetas son los más importantes mensajeros de Dios. Son los llamados profetas «dotados de constancia», es decir, portadores de códigos legislativos completos, adecuados al tiempo y circunstancias de la revelación. El Islam es la última de estas revelaciones y conservará su vigencia hasta el fin de los tiempos.
Una característica que marca la creencia, islámica en el capítulo de los profetas se debe a Que los musulmanes creen y respetan todos los mensajeros de Dios sin ninguna excepción. Ya que todos los profetas son enviados por el Único Dios, y con el mismo objetivo: conducir la humanidad hacia Dios. Es esencial y lógico creer en todos. El hecho de aceptar a algunos y de rechazar a otros está fundado en una falsa idea de la función de los profetas, o quizá en un prejuicio racial. Los musulmanes son los únicos creyentes del mundo que tienen como artículo de fe el creer en todos los profetas de Dios. Los judíos rechazan a Jesús y a Muhammad (que la paz y la bendición sean con ambos); los cristianos rechazan a Muhammad (que la paz y la bendición sean con él) y en realidad también rechazan a Moisés, ya que no se mantienen fieles a sus leyes. Los musulmanes reconocen a todos ellos como los Enviados de Dios que han aportado una dirección divina a la humanidad. Sin embargo, la revelación que algunos profetas han recibido de Dios ha sido alterada de una manera o de otra. La fe en todos los mensajeros de Dios se encuentra explícita en el Corán.
« Decid: Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado, en lo que reveló a Abraham, a Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus [descendientes de los hijos de Jacob], y lo que reveló a Moisés, Jesús y a los Profetas. No discriminamos entre ellos, y nos sometemos a Él. » (Corán 2,136).
En los siguientes versículos, el Corán continúa enseñando a los musulmanes que ésta es la creencia correcta, imparcial y cierta. Si las otras religiones apoyan esta misma creencia, ello quiere decir que siguen la vía justa. En el caso inverso, siguen sus propias fantasías y prejuicios y Dios se ocupará de ello:
« Así pues, si creen en lo mismo que vosotros habrán seguido la buena guía; y si vuelven sus espaldas, por cierto que estarán en una gran discrepancia. Dios bastará contra ellos. Él es Omnioyente, Omnisciente. Nuestra religión es la de Dios. ¿Y qué mejor religión que la de Dios? Y nosotros Le adoramos. » (Corán, 2, 137-138).
Existen al menos dos puntos importantes que conciernen a los profetas y que exigen ser aclarados. Se trata de las respectivas misiones de Jesús y de Muhammad como profetas, y éstas son normalmente mal entendidas.
La posición del Corán en lo relativo a Jesús consiste en rechazar categóricamente la noción de su divinidad, de su filiación divina, al mismo tiempo que lo reafirma como uno de los grandes profetas de Dios. El Corán establece que la concepción sin padre no hace a Jesús el hijo de Dios; cita a este respecto a Adán que fue creado por Dios sin padre ni madre:
« Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Dios es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue. » (Corán, 3, 59).
Como otros profetas, Jesús hizo milagros. Por ejemplo resucitó un muerto, curó a los ciegos y a los leprosos. Pero al realizar estos milagros siempre dio a entender que todos sus poderes provenían de Dios.
De hecho, algunas falsas ideas sobre la persona y la misión de Jesús se difundieron entre sus discípulos, ya que el mensaje divino que él predicó no fue consignado durante su estancia en la tierra sino un centenar de años después. Según el Corán y el Evangelio, Jesús fue enviado únicamente a los hijos de Israel; ello confirma la verdad de la Torah que había sido revelado a Moisés y además aporta la buena nueva de la venida de un último mensajero después de él:
« Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Oh, hijos de Israel! Yo soy e Mensajero de Dios, enviado a vosotros para corroborar la Torá y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Ahmad [Éste era uno de los nombres del Profeta Muhammad]. Pero cuando se les presentó con las evidencias, dijeron: ¡Esto es pura magia! .”» (Corán, 61.6).
Sin embargo, la mayoría de los judíos rechazaron las enseñanzas de Jesús, conspiraron contra su vida y después lo crucificaron. El Corán rechaza esta versión y afirma que no le han matado ni lo han crucificado, sino que más bien fue elevado junto a Dios, e indica que Jesús volverá a la tierra y que, entonces, todos los cristianos y los judíos creerán en él antes de su muerte. Esta predicción está igualmente apoyada por las declaraciones constatadas del profeta Muhammad (que la paz y la bendición sean con él).
El último profeta de Dios, Muhammad, nació en Arabia en el siglo sexto de la era cristiana. Hasta la edad de cuarenta años, la gente de la Meca no veía en él más que a un hombre de cualidades excelentes, de maneras cultivadas, le llamaban AL-AMIN, «digno de toda confianza». Incluso él mismo ignoraba que llegaría a ser un profeta y que recibiría la revelación de Dios. Ordenó a los idólatras de La Meca consagrarse al culto del Dios verdadero y considerarle como Su Profeta. La revelación que recibió en vida fue conservada en la memoria de sus compañeros y quedó igualmente constatada por escrito.
De este modo, el Corán de que disponemos hoy día es idéntico al que le fue revelado, ni una sola sílaba ha sido alterada ya que Dios mismo ha garantizado su conservación. El Corán se proclama guía de toda la humanidad y de todos los tiempos y considera a Muhammad como el último profeta de Dios.
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Fundamentos de la ética islámica




Dice el Sagrado Corán: ¡Adopta la disculpa, y ordena el bien, y apártate de los necios! (7:199). Son tres recomendaciones dirigidas al Profeta (BPDyC) que contienen todo un proyecto ético para la vida del hombre.
La investigación ética en el Islam ha sido muy amplia. “Ética” se dice en árabe `Ilmu -l-Júluq, “ciencia del carácter” o “del comportamiento humano”. También existe un término en árabe, que tiene que ver con “ética”, que es el de ádab, “ética”, “cultura”, “dominio de la lengua árabe” (lo cual constituye toda una ciencia), y “cortesía en el trato”. Hay un aspecto de la ética cultivado por la mística, llamada “sufismo”, tasáuuf en árabe, según el cual el que se realiza éticamente alcanza el amor divino y los grados espirituales.
La ética islámica es sapiencial, no es individual, de libre opinión exclusiva, puramente especulativa, sin recurrir a la tradición ni a la práctica concreta. Es ambas cosas, teórica y práctica: Hay una tradición, por una parte, y por otra está los actos del individuo. Es principalmente cognitiva, el conocimiento constituye la base y la guía de todo asunto ético, y la ética quiere procurar el mayor conocimiento posible para la persona.
La ética islámica es eudemónica, es decir busca la felicidad. El alma fue creada, según el Islam, para el goce, no para el sufrimiento. Dijo el Profeta (BPDyC): “Este es un mundo de goces, y el mejor de los goces es la esposa buena”. Su meta es conocer a Allah, Quien es el goce máximo, la felicidad total. Es una ética contemplativa, intelectual, no simplemente abstracta, quiere alcanzar la meta que se propone, la felicidad en este mundo y en el otro, la visión real de las Luces divinas.
Luego, el eje de la ética islámica es el conocimiento de Allah y de sí mismo, no es un objeto externo. Cuidando la propia alma y descubriéndola alcanzamos el bien sumo y la felicidad. Dice el Sagrado Corán:
…Y no seáis como los que olvidaron a Allah, y Él les hizo olvidarse de sí mismos (59:20).
El olvido de Allah corresponde al olvido de sí mismo, el Recuerdo de Allah al recuerdo de sí. La responsabilidad sobre el bien y el mal está en el hombre, Allah no se beneficia con las buenas obras, sino el hombre mismo.
El modelo de la ética islámica:
En cuanto al modelo que tiene en meta, la ética islámica presenta una antropología y una psicología particulares: El bien todo está en la propia alma, ella es el tesoro, la única riqueza espiritual que tiene el hombre, la Presencia divina está en ella. Dijo el Profeta (BPDyC): “Quien se conoce a sí mismo a su Señor conoce”. Y también dijo Alí (P): “El que más se conoce a sí mismo es el que más conoce a su Señor”.[1]
Cuidando la propia alma, descubriéndola, conociéndola, se adquiere la certidumbre imprescindible para alcanzar el bien y la felicidad, porque éstos dos están implícitos en ella. dice el Sagrado Corán:
¡Los que sois creyentes!, ¡temed a Allah, y que el alma observe lo que predispuso para mañana! Y temed a Allah, por cierto que Allah es Informadísimo de lo que realizáis. Y no seáis como los que olvidaron a Allah, y Él les hizo olvidarse de sí mismos, tales son los corruptos (59:20).
Si hacéis el bien beneficiáis a vuestras propias almas, y si hacéis mal es contra ella misma (17:7).
El mal es ignorancia, pero el Perdón divino no tiene límites:
Otros han reconocido sus faltas [por haber] mezclado obras de bien y otras malignas. Es posible que Allah los perdone, ciertamente que Allah es Indulgentísimo, Misericordiosísimo (9:102).
Entre los rasgos principales de la ética islámica es que el Islam rechaza el pecado original. Dijo el Profeta (BPDyC): “Todo nonato es nacido según la fitrah (la esencia pura humana), [y así permanece] hasta que su lengua se exprese por él. Son ambos padres los que lo judaízan, lo cristianizan, o lo masdeízan”.[2] Y agregó: “¿Acaso veis que los animales nacen defectuosos?”. Es decir, ¿cómo es posible que el hombre nazca con una carga negativa si vemos que toda la naturaleza es completa, y la obra de Allah es perfecta? Entonces, no existe en el Islam la carga un pecado metafísico.
Principios de la ética islámica:
1. Superioridad del bien que no se equipara al mal:
No se equiparan el mal con el bien, a pesar de que te maraville la abundancia del mal Diles [Profeta]: “Lo malo y lo bueno no son equivalentes, aunque os complazca la abundancia de lo malo”. (5:100-101).
El hombre está inclinado naturalmente a producir el mal, pero éste no es equivalente al bien. El bien es la felicidad, el mal es la aflicción.
2. Calificación ética por la intencionalidad del acto.
La ética islámica es intencionalista, es decir, otorga prevalecía a la intención para calificar el acto:
Allah no os condenará por el juramento en vano, sino que os condenará por lo que realizan vuestros corazones (2:225);
No tendréis culpa en cuanto os equivoquéis, mientras vuestros corazones no tengan intención [maligna]. Allah es Indulgentísimo, Misericordiosísimo (33:4-5).
3. Calificación por el conocimiento:
La ética islámica destaca el conocimiento como parámetro del juicio que merece el acto.
Di [Profeta]: “Este es mi sendero, convoco hacia Allah en el Conocimiento [con visión], yo y quienes me siguen” (12:108)...
Es decir, es responsabilidad del hombre tomar un camino y superar la postración, la dispersión, y alcanzar un nivel ético elevado.
4. Modalidad personal o reflexiva del acto ético (quien hace el bien lo hace a sí mismo). El que obra el bien se hace el bien a sí mismo:
Si hacéis el bien beneficiáis a vuestras propias almas, y si hacéis mal es contra ella misma (17:7).
5. Objetividad de los ejemplos éticos, que se remiten a las cosas concretas, reales, como un árbol, un oasis, etc.:
Una palabra buena es como un árbol bueno; sus raíces están firmes [en el suelo] y sus ramas [se elevan] hacia el cielo... Y el ejemplo de una palabra mala es como el de un árbol malo que [echa raíces] a flor de tierra, ¡no tiene arraigo! (14:24-26).
Es decir, el bien tiene arraigo, germina, florece, acrece el ser, y el mal es vanidad.
Y los que son incrédulos, sus obras son como espejismo en una vastedad, al que el sediento [a punto de morir de sed] imagina agua. Hasta que cuando llega a él no encuentra nada... (24:39).
Es objetiva, además, porque no consiste en mantener cierta idea, que o bien se concreta, o bien no, pero eso resulta indiferente.
6. Optimitud como fin individual a alcanzar, y busca en ello la excelencia:
Quien deteste Mi Persuasión [sobre el más allá, y la Realidad divina] tendrá una vida mísera [infausta, desgraciada], y le recogeremos [de su tumba] ciego el Día de la Resurrección (20:124);
Jamás podrán equipararse el ciego y el vidente, ni los que son fieles y obran el bien, con los inicuos. ¡Cuán poco os persuadís! (40:57-61).
Hay una distinción objetiva, en la misma persona, entre el bien y el mal.
7. Trascendencia de los actos de bien, que acrecen nuestro ser y se gozan. Y es una ética que busca la concreción de la promesa del más allá:
Al que haga el bien, sea varón o mujer, siendo creyente, le haremos vivir sin duda una vida placentera, y le daremos realmente su recompensa mejor a lo que habían realizado (16:97);
...excepto quienes se arrepientan y tengan fe y hagan el bien. Tales entrarán en el Jardín y no serán en nada menoscabados... No escucharán allí necedades sino [el saludo de la] Paz, y tendrán su provisión allí en forma perpetua (19:52-64).
8. Responsabilidad, cuyo fundamento es la libertad recibida por el hombre de su Señor. Y la libertad supone a su vez conocimiento e intención, el primero por cuanto lo principal en el hombre es el intelecto, y es lo que será juzgado por su Señor. Los actos sin conocimiento no son imputables. Y la intención porque en última instancia, aun existiendo conocimiento, el ser humano es incapaz de medir las consecuencias totales de sus actos, y entonces la medida la da la intención con que se concretaron. Dijo el Profeta (BPDyC): “Los actos valen por la intención”.[3] Dice el Sagrado Corán:
Tal es una comunidad [una era, una época] perimida, ella obtuvo lo que realizó y vosotros lo que realizáis, y no seréis interrogados [responsables] por lo que ellos hicieron (2:134).
9. Sociabilidad, en cuanto el otro es uno mismo, y lo que cometa con él lo cometo conmigo mismo. Y en cuanto todo acto en última instancia está dirigido hacia la Meta, porque es un eslabón más hacia ella, y la Meta es Allah, exaltado sea. Una ética que busca la socialización del hombre sobre la base de una experiencia trascendente, y tiene una fundamentación metafísica, que sostiene que de Allah sólo procede el bien, ninguna injusticia, ningún mal se Le debe atribuir. Dijo el Profeta (BPDyC) sobre la fundamentación metafísica de la ética: “Imitad el comportamiento de Allah” (o bien: “El modo de ser divino”). Y dice el Sagrado Corán:
¿Acaso la recompensa del bien no es el bien mismo? (55:60).
10. Por último, debemos remarcar la politicidad de la ética islámica. Uno de sus fundamentos es el de “ordenar el bien y vedar el mal y la corrupción”, y esto se liga íntimamente con la práctica de la vida social y política de la comunidad islámica (Ummah). Dice el Sagrado Corán:
¡Los que sois creyentes!, ¡cuidad vuestras almas!: No os dañará quien se desvía si vosotros os bienguiáis (5:105).
No es incompatible el cuidado de la propia alma con el mandato social de ordenar el bien y vedar el mal, sino que son dos aspectos de lo mismo, pues el ejemplo que uno da con sus actos es la mejor prédica.
Tradiciones sobre la ética:
El hombre en su desempeño en la vida debe lograr alcanzar las ideales éticos y practicarlos. El intelecto supone una pedagogía, una enseñanza y educación, la vida moral, practicar las buenas costumbres prevalecientes en el ámbito de su sociedad.
De Muhammad Al-Báqir (BP) quien dijo: "Cuando Allah creó al intelecto (al-`aql) lo hizo proferir (expresarse) y luego le ordenó ‘¡Adelántate!’ Y el intelecto se adelantó. Luego le ordenó: ‘¡Vuélvete hacia atrás!’ Y el intelecto retrocedió. Luego exclamó (Allah): ‘¡Por Mi Poder y por Mi Majestad!: No he creado ninguna criatura más amada para mí que tú, ni te perfeccionaré excepto en aquel que amo. He aquí que Yo, sin duda, debido a ti ordenaré, y debido a ti vedaré, castigaré y recompensaré’".[4] En otra versión sobre la creación del alma dice: “…Y creó Allah el alma y le preguntó lo mismo: ‘¿Quién eres tú y Quién soy Yo?’, y el alma le dijo: ‘Tú eres Tú, y yo soy yo’”. Y después de someterla a algunas pruebas, la última de las cuales fue el ayuno durante cien ciclos, en que el alma reiteró su apartamiento de Allah, por tercera vez Allah le hizo la misma pregunta, y el alma respondió como el intelecto: “Tú eres mi Señor, y yo soy tu sierva fiel”. Esto significa que a través de las pruebas, del padecimiento, del esfuerzo, el hombre reconoce que hay un Señor, un Principio a quien responder. El intelecto se lo indica naturalmente, pero el alma es renuente a aceptarlo. Entonces hay una precedencia de la vida intelectual para alcanzar la excelencia, la virtud y la felicidad.
Otras dos tradiciones del Profeta (BPDyC) tienen mucho que ver con nuestra época: “Tomad un donativo en tanto sea donativo, pero si fuera soborno para alejaros de vuestro Din (religión), ¡no lo toméis ni omitáis castigarlo! ¡Que no os impida de ello la pobreza y el miedo! Por cierto que los de Magog están a las puertas, y sin duda que el eje (o la rueda) del Islam rotará [en el futuro], por lo cual hacia donde el Corán se vuelva, ¡volvéos vosotros! Está cerca que el gobernante y el Corán combatan entre sí, disientan y se contrapongan. Vosotros tendréis gobernantes que os impondrán una ley, y ellos tendrán otra. Si los obedecéis, os extraviaréis, y si os desacatáis, os combatirán (y matarán)”. Le preguntaron: “¡Mensajero de Allah!, ¿qué haremos nosotros si ello nos alcanzara?”. Respondió: “Deberéis ser como los seguidores de Jesús, que fueron degollados a espada [lit.: “aserrados a sierra”], y fueron crucificados en maderos. La muerte obedeciendo [a Allah] es mejor que la vida en desobediencia [...]. ¡Por Quien posee mi alma entre Sus Manos!: Vosotros deberéis ordenar el bien y vedar el mal, o bien Allah os hará dominar por los peores de vosotros, y luego vuestros mejores suplicarán, pero no se les responderá. ¡Por Quien posee mi alma entre Sus Manos!, ordenaréis el bien y vedaréis el mal, e impediréis el poder [lit. “mano”] del opresor tirano, resguardando [el bien] férreamente, o bien Allah opondrá vuestros corazones unos contra otros”.[5]
Anas Ibn Malik, la Complacencia de Allah sea con él, expresó: “Se preguntó: ‘¡Mensajero de Allah!, ¿cuándo será abandonado el ordenar el bien y vedar el mal?’. Respondió: ‘Cuando aparezca entre vosotros lo que surgió entre los pueblos (o comunidades) anteriores a vosotros’… el dominio (o poder) de vuestros pequeños, y la corrupción de vuestros mayores, y el conocimiento en poder de vuestros peores’” ("Mujtásar Ibn Kazír [Síntesis de la interpretación del Sagrado Corán] por Ibn Kazír)"Tomo I, p. 539).

Fin
Fuente: "Centro de Altos Estudios Islámicos"
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viernes, 15 de enero de 2010

¿Quién es Allah?



¿Quién es Allah?
¿Quién es Allah? ¿Es Allah un dios diferente al que nos muestra la Biblia? ¿Allah es el dios Luna del que hablan los cristianos? ¿Quién es el dios al que adoran los musulmanes?
Para dar respuesta a estas y otras preguntas referidas al tema, haremos primeramente un breve análisis idiomático de la palabra Allah:
La palabra Allah es extraída del idioma árabe, el cual es de origen semita, es una palabra compuesta por un artículo “AL” (EL) y un nombre “LAH” (DIOS); es decir que AL-LAH, traducido al idioma español, significa EL DIOS.

Ahora bien, veamos a quién nos referimos cuando decimos “EL DIOS”.
Para los musulmanes ALLAH es el Dios de Todo Poderoso, el creador del cielo, de la tierra y de todo lo que ellos contienen. El UNICO DIOS VERDADERO, el UNICO merecedor de adoración.
¿Es Allah un dios diferente al que nos muestra la Biblia?
La Biblia Hebrea (Antiguo Testamento) nos dice que “Allah” es DIOS:
“Yizbechu lashedim lo Alloha; allohim lo yeda'um chadashim mikarov ba'u lo se'arum avoteychem.”
“Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido,
a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.” Deuteronomio 32:17 (Reina-Valera 1995)
La frase “no a Dios” en hebreo es “lo Alloha” y en árabe es “la Allah”.  
El lenguaje que Jesús hablaba era el arameo. Los evangelios en arameo más conocidos, los Manuscritos Siríacos Antiguos, nos muestran que Jesús llamaba a Dios “Allah”. Por ejemplo, en Marcos 10:18 Jesús dijo:
“...layt tab'â aylâ ayn chad Allaha.”
“…Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.”
Reina-Valera 1995.
También, podemos ver un ejemplo de esto en la película “La Pasión de Cristo”, donde Jesús, hablando en arameo, se dirige a Dios como “Allah”, una y otra vez a lo largo de todo el filme.
En la misma película podemos escuchar a Jesús en la cruz diciendo: “Alahi, Alahi, ¿lama sabactani?” que en arameo quiere decir “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. En árabe se dice: “Allahi” y significa lo mismo. Es también interesante mencionar que en la Biblia Reina-Valera la palabra aramea “Alahi” ha sido transliterada “Elí”, contradiciendo la pronunciación real de la misma.
La Biblia lo confirma: “Allah” no es otro dios, ni el dios de los árabes, ni de los musulmanes sino el Único Dios verdadero.
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miércoles, 13 de enero de 2010

Tafsir de la Surah Al-Ikhlas(Intrepretación)



بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَنِ الرَّحِيم

1. قُلْ هُوَ اللَّهُ أَحَدٌ

2. اللَّهُ الصَّمَدُ

3. لَمْ يَلِدْ وَلَمْ يُولَدْ

4. وَلَمْ يَكُن لَّهُ كُفُوًا أَحَدٌ

SURA DE LA ADORACION PURA
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
Di: Él es Allah, Uno. (1) Allah, el Señor Absoluto.* (2) No ha engendrado ni ha sido engendrado. (3) Y no hay nadie que se Le parezca. (4)

En el Nombre de Alláh, el Más Clemente, el Más Misericordioso.

1.- Di (Oh Muhammad (صلى الله عليه وسلم)): “El es Alláh, (el) Único).
2.- Alláh, el Amo Autosuficiente, Aquel a quien todas las criaturas necesitan, (Él no come ni bebe).
3.- Él no engendra ni fue engendrado.
4.- Y no hay nadie igual o comparable a Él.



La causa de la revelación de esta Surah es que los politeístas (o los judíos) preguntaron al Profeta (صلى الله عليه وسلم) que les describiera a su Señor; así que Alláh reveló estos versos.


“Di”: Esta palabra está dirigida al Profeta (صلى الله عليه وسلم) y al mismo tiempo a toda la comunidad entera.

“El es Alláh, (el) Único)”, que significa que Él es Alláh el Único acerca de quien ustedes están hablando y el Único acerca de quienes ustedes están preguntando; “(el) Único)” que significa que Alláh es único en Su Majestad y en Su Poder y que Él no tiene igual, ni asociado (o socio).

Alláh, el Amo Autosuficiente, Aquel a quien todas las criaturas necesitan, (Él no come ni bebe). Esta oración es independiente de la anterior. Alláh enfatiza que Él es “As-Samad”, palabra cuyo significado general es “Aquel quien se caracteriza a Sí mismo por la perfección de Sus atributos y Aquel a quien todas las criaturas necesitan”. Efectivamente ha sido reportado que Ibn Abas explicó esta palabra diciendo: “Aquel quien es perfecto en Su Conocimiento, en Su Misericordia, y en Su Poder”. Lo cual significa que él se satisface a Sí mismo y que Él no tiene necesidad de cualquiera de sus criaturas.

También ha sido reportado que “as-Samad” significa: “Aquel hacia quien las criaturas se tornan, en orden de tener sus deseos realizados”, lo cual claramente indica la dependencia (la necesidad) de todas las criaturas hacia Él. Así que, por lo tanto, aparece que la mas completa definición de este término es la mencionada previamente, sabiamente: “Aquel quien se caracteriza a Sí mismo por la perfección de Sus atributos y Aquel a quien todas las criaturas necesitan”.

“Él no engendra ni fue engendrado”, porque Él (el Glorioso y Exaltado) no tiene igual. Efectivamente, como el Profeta (صلى الله عليه وسلم) dijo concerniente a su hija Fátima, quien era considerada como “Una pieza de mí”, de donde viene toda descendencia, y es en una cierta manera una parte integrada de su progenitor. Pero Alláh (el Glorioso y Exaltado) no posee ningún igual. También, el hecho (o razón) de engendrar un niño puede ser explicado, ya sea por la ayuda que necesitamos de él en orden de confrontar las dificultades de este mundo o más simplemente por la necesidad de preservar la especie. Pero Alláh no tiene absolutamente ninguna necesidad de eso. Así que es por el hecho de que ÉL no tiene igual y que Él es Autosuficiente, que Él no ha engendrado.

Notemos que el Corán también señala hacia la imposible noción de que Alláh pueda engendrar al decir: “¿Cómo puede Él tener niños cuando Él no tiene esposa? Él crea todas las cosas y Él es el Omnisapiente de todo[1]”. Efectivamente, el tener un niño necesita de una esposa quien le dará el nacimiento. Pero Alláh, siendo el Creador de todas las cosas, está manifiestamente separado y desasociado de todas las cosas.

Las palabras “Él no engendra” constituyen una refutación dirigida hacia las tres categorías de individuos desviados; a saber, los politeístas, los judíos y los cristianos. Los primeros dicen: “los ángeles, quienes por sí mismos son esclavos del Más Clemente (Alláh), son mujeres[2]”, por afirmar que ellos son las hijas de Alláh. Luego, los judíos dicen que “Uzair (Ezra) es el hijo de Alláh”, los cristianos hacen lo mismo diciendo: “El Mesías es el hijo de Alláh”. Así que Alláh niega sus afirmaciones diciendo: “Él no engendra”.

“Ni fue engendrado”, siendo que Él, el Glorioso y Exaltado, es el primero a quien nada ha precedido, así que ¿cómo puede Él ser engendrado?

“Y no hay nadie igual o comparable a Él”. Significa que nada es igual o comparable a Él en Sus Atributos.

Alláh niega es esta Surah la posibilidad de que ÉL haya engendrado o de que Él fuera engendrado y la idea de que pudiera tener algún igual.

Así que esta Surah posee un tremendo beneficio; desde que Profeta (صلى الله عليه وسلم) dijo concerniente a ello que “tiene el valor de una tercera parte del Corán”. Y (déjenos explicar esto) que tiene el valor de una tercera parte del Corán, pero no lo reemplaza. La prueba para esto es que si una persona se contenta a sí misma, durante una oración obligatoria, para recitarla tres veces, esto no reemplazaría la recitación de “Al-Fatiha”, aunque si las tres recitaciones sucesivas de esta Surah son iguales a la recitación completa del Corán. Como un asunto de hecho no es nada sorprendente el hecho de que algo pueda ser equivalente a otra cosa sin sustituirla. Efectivamente, Profeta (صلى الله عليه وسلم) nos enseñó que la declaración de uno quien dice: “No hay divinidad merecedora de ser adorada excepto Alláh. El Único sin socios. A Él pertenece el Reino y todas las Alabanzas y Él es capaz de hacer todas las cosas”, es igual a liberar (de la esclavitud) a cuatro personas de entre la descendencia de Ismail. Pero contentarse uno mismo para solamente recitar ésta fórmula de “Dhikr” para expiar un pecado que necesita la liberación de un esclavo no sería suficiente ni reemplazaría el acto de liberar (a un esclavo) propiamente hablando. Esto muestra bien cómo la equivalencia de dos cosas no necesariamente significa que una puede reemplazar a la otra.

Finalmente, notemos que el Mensajero de Alláh (صلى الله عليه وسلم) tenía el hábito de recitar esta Surah en el segundo Rakát de la oración opcional del Fayr (Sunatul-Fayr), de la oración opcional del Magrib, en uno de los Tawaf y en Witr. La razón detrás de esto es que está basado en la completa sumisión (o devoción) hacia Alláh, término de donde toma su nombre:

“Al-Ikhlas”.



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martes, 12 de enero de 2010

CARACTERÍSTICAS DEL MUSULMÁN Y LA MUSULMANA



NTRODUCCIÓN:
Alabado sea Allah quien nos dió esta vida y la oportunidad de adorarlo, y las bendiciones sean sobre el último de sus mensajeros, Muhammad saw.
Los buenos modales son indispensables en la vida del creyente y todo creyente debe de tratar de ponerlos en práctica.

Este pequeño librito no explica todos los modales del Islam siendo que estos son muchos, sin embargo es un esfuerzo para hacerles conocer algunas de ellas.

Los modales islámicos son una forma para acercarnos más a nuestro creador, y poniendo estos en práctica podremos obtener una personalidad conforme a lo que Allah ha revelado. Muhammad (saw) nos dijo que tener buenos modales es mejor que ayunar en el día y rezar toda la noche.

CARACTERÍSTICAS DEL MUSULMÁN Y LA MUSULMANA

Los modales en el Islam son conductas externas que reflejan la personalidad del creyente, la cual esta formada por una serie de características, entre estas están:

La paciencia: Un atributo básico de un buen creyente es el no enfadarse. Una vez un compañero del profeta pidió un consejo y él le dijo: "no te enfades, no te enfades".

Y Allah -Alabado y Exaltado-exalta a aquellos que son pacientes diciendo "por cierto que Allah está con los pacientes".
y en otro verso dice: "Los creyentes son los que buscan la ayuda de Allah a través de la paciencia y la oración".

Al Dikr: Otra característica básica de un buen creyente es que siempre recuerda a Allah. Como Allah dice " Los creyentes son aquellos que recuerdan a Allah parados sentados o acostados".El buen creyente busca el recordatorio ideal para cada momento y lugar .
El creyente hace mucha du a (suplicaciones a allah). Siempre esta conciente que Allah lo escucha y le suplica para que lo perdone ,lo guíe , le de el Paraíso, y todo lo bueno.

Amar a Allah y a su mensajero: Otra característica es amar a Allah y a su Profeta por encima de todas las cosas, el Profeta (p. b. A. e.) nos informa que para ser buenos creyentes necesitamos de tres características: 1. Amar a Allah y a su mensajero sobre todas las cosas, 2. Amar y odiar por Dios solamente, 3. temer el volverse incrédulo como temer ser arrojado al fuego.

Es indispensable para el creyente amar al Profeta (p. b. A. e.) y todo lo que nos enseñó porque fue a él quien escogió Allah para enseñarnos como adorarlo.

Buenos deseos: Otra característica del creyente es querer para su hermano lo que quiere para si mismo. Dijo el Profeta (p. b. A. e.) que: "No es creyente quien no quiere para su hermano lo que desea para si mismo".

Compromiso con los demás: Continuando, el musulmán tiene obligaciones sobre sus padres, sus familiares, sus vecinos y los musulmanes en general. Un musulmán no puede dejar de saludar a su hermano más de tres días. Una persona que come hasta llenarse a sabiendas de que su vecino tiene hambre no es musulmán.


Conocimiento: Otra característica del creyente, es querer incrementar su conocimiento. Muhammad (p. b. A. e.) pedía constantemente a Allah -Alabado y Exaltado- que no permitiera que se metiera el sol hasta que el aprendiera algo nuevo. O sea, todos los días quería saber algo más sobre su Fe. También Allah dice en el Corán: "Acaso son iguales aquellos que saben a los que no saben".

y Allah también nos enseña una súplica en el Corán que es: "¡OH Alá! increméntame el conocimiento"

Decir La verdad: Otra característica del creyente es decir siempre la verdad. En una ocasión le preguntaron a Muhammad (p. b. A. e.) ¿Puede ser el creyente cobarde? y él contestó que Sí. Otra vez le preguntaron si puede ser el creyente avaro? y dijo que Sí, y luego le preguntaron si puede ser musulmán quien miente? y dijo que No. El musulmán es de palabra y el mentir es característica del hipócrita.

Arrepentimiento: El creyente siempre busca el perdón de Allah, puesto que no se siente ángel ni cosa parecida. Muhammad(p. b. A. e.) decía "pidan perdón a Dios, por cierto que yo lo hago más de 100 veces al día". Dice el Corán: "Allah ama a quienes se arrepienten".

Al Tawaqul: Poner dependencia en Dios . El creyente saber que todo el dominio está en las manos de Allah, que no sucede algo sin que Dios lo quiera y que Dios provee de alimentos a sus siervos como a un ave cuando sale de su nido en la mañana regresa en la tarde alimentado.

Las obras: Otra característica del creyente es el querer adelantar buenas obras [sabiq bil jairat] por temor a Dios . Hacer más de lo que Dios le obliga, esperando que aquello que haga de más, complete aquello de lo que falló en lo obligatorio.

Aseo: Otra característica del buen creyente es que es limpio (mutajr). Saber siempre que Dios ama a los limpios y ordenados.

Ihsan: Otra característica del creyente es saber que Dios siempre le vigila, a pesar que uno no lo ve ni oye.

Los características del buen creyente en el Islam son muchos y los mejores fueron del Profeta (p. b. A. e.) como Allah nos lo dice: "por cierto que el Profeta tienen el mejor de los ejemplos a seguir". Así que solo tenemos que estudiar la vida de Muhammed (saw).

También dice el Profeta (p. b. A. e.), que "quien tiene buenos modales es mejor a quien reza y ayuna todo el día y toda la noche". Pidámosle a Allah el altísimo nos dé algunas de estas características.

ALGUNOS MODALES DE LA VIDA DIARIA DEL MUSULMAN Y LA MUSULMANA:

Cuando nosotros comenzamos algo, debemos decir:

Bi-smiLlaji-r-Rajmani-r-Rajim (En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso)

Cuando nosotros encontramos a un musulmán, decimos: As-Salamu Alai-kum (La paz sea contigo)

La persona contesta: Wa-Alai-Kumu-s-Salam (Y contigo sea la paz)

Cuando nos despertamos en la mañana, debemos agradecer a Allah (Alabado y Exaltado) y decir

Al-jamdu li-Llahi-l-Ladí Ajya-na Ba da Ma Amata-na Wa-laihi-n-Nushuur

(Alabado sea Allah, Quien nos devolvió a la vida después de darnos muerte, y a El regresaremos)

El bello amanecer . Cuando vemos la belleza de la mañana debemos decir:

A baj-na wa-A baja-l-Mulku Li-Llahi Rabbi-l- }lamîn(a)

(Entramos a la mañana, y todo el reino le pertenece a Allah, el Señor de los mundos) En cambio cuando vemos algo hecho por el hombre que nos impresiona debemos decir

La Jawla, wa-La Quwwata Illa bi-Llahi(i) No hay poder ni fuerza mas que la de Allah.

Cuando entramos al baño no hacemos Dikr. Nos sentamos para que no nos salpique nuestra orina (que es impura).

Cuando nosotros dejamos el baño después de lavarnos, decimos:

Gjufarana-ka, Al-Jamdu Li-Llaji-L-Ladhi Adhhaba Anni-l- Ad ha wa- Afani

(¡ Perdón OH Allah! Alabado sea Allah que causó curarme de lo que me molestaba y me dió alivio) Terminando de ir al baño nos lavamos las manos y de preferencia hacemos Wudhu (ablución) para continuar en estado de pureza.

Es mejor para nosotros, hacer oración juntos en la mezquita. Cuando entramos a la mezquita, entramos primero con el pie derecho, y decimos:

Alaumma Iftaj Lî Abwaba Rajmati-k(a) (¡OH Allah! Ábreme las puertas de tu misericordia)

Cuando abandonamos la mezquita después de orar, decimos:

Alaumma Innî Asalu-ka min Fadli-k(a)

(¡OH Allah! Te pido me des tu bondad)

Cuando se reúne con sus hermanos los saluda de manera Islámica, procurando ser el primero en dar salams. Cuando platica con ellos procura sonreírles y si están reunidos en un círculo no apunta sus pies hacia ellos. Cuando se sienta a charlar sobre algo, procura que se recuerde a Dios, y al terminar dice:

ó Sbjanaka Ala Juma hua bijamdika ashadu an la ilaha il-la anta astagfiruka hua atubu ileika. Gloria a Ti OH Allah, y las alabanzas sean tuyas, soy testigo que no hay mas Dios que Tu,busco tu perdón y me arrepiento hacia Ti. Si dice esto, todo lo que haya dicho de mal se le perdona.

Cuando estamos listos para salir de casa, decimos:

Bi-smiLlah, Tawakkaltu Ala Llah(i) wa-La Jawla, wa-La Quwwata Illa bi-Llahi(i)

(En el nombre de Allah, yo dependo de Allah, y no hay grandeza o poder excepto que (sea permitido) por Allah)

Debemos visitar a las personas enfermas y rezar a Allah (Alabado y Exaltado) para que se recuperen:

As alu-Llaha-l- Adzima Rabba-l-Arshi An Yushfik(a) (Pido a Allah, el Todopoderoso, Señor del Trono, curarte)

Cuando estornudamos decimos:

Al-jamdu Li-Llahi Ala Kulli Jal(in) (Alabado sea Allah bajo todas las circunstancias)

Y cuando oímos a alguien estornudar, decimos: Yarjamu-ka Ala(u) (Que Allah tenga misericordia de ti)

Cuando viajamos en un automóvil, en un tren, o en un avión, debemos decir esta du{SYMBOL 145 \f "Calligrapher Euro"}a :

Bi-smiLlahi wa-l-Jamdu li-Llah. Subjana-l-Ladhi Sakjkjara La-na Hadha wa-Ma Kun-na La-hu Muqrinîn. Wa- Inna ila Rabbi-na la-Munqalibun.

(En el nombre de Allah, y alabado sea Allah. Gloria a El quien ha creado este transporte para nosotros, aunque éramos incapaces de crearlo (por nosotros mismos); y a nuestro Señor regresaremos)

Cuando regresamos a casa sanos y salvos de un viaje debemos agradecer a Allah (Albados y Exaltado) y decir: Alaumma Inni As alu-ka Kjair-l-Maulich(i) wa-Kjaira-l-Makjrach(i). Bi-smiLlahi Walach-na wa-Bi-smiLlahi Kjarach-na wa- Ala-Llahi Rabbi-na Tawakkal-na.

(¡OH Allah! Pido por la mejor entrada y la mejor salida. En el nombre de Allah salimos, y en Alá, nuestro Señor, ponemos nuestra confianza)

Cuando nos sentamos a comer nuestros alimentos juntos recuerda que Allah es quien le proveyó comida y comienza diciendo:

Alaumma Barik Lana Fî-ma Razaqta-na wa-Qi-na Adhaba-n-Nar, Bi-smiLlah (¡Oh Alá! Bendice las provisiones que tu nos has dado, y protegenos del castigo del infierno, en el nombre de Allah) Al Comer

El que sirve lo hace por la derecha, come lo que está enfrente de él (si comen de un plato todos juntos) y con la derecha, procura que su hermano se sirva antes que él mismo y no come acostado ni le sopla a su comida.

Después que acabamos de comer y beber, debemos dar gracias por la comida y la bebida que Allah nos ha proveído, y decimos:

Al-Jamdu li-Llahi-l-Ladhî At ama-na wa-Saqa-na wa-cha ala-na mina-l-Muslimîn (Alabado sea Allah, quien nos ha alimentado y dado de beber y nos hizo musulmanes)

Si estamos enojados, debemos controlarnos a nosotros mismos al decir éstas palabras:

A udhu bi-Llahi Mina-sh-Shaitan(i). (Busco refugio en Allah de Satanás.

Cuando escuchamos buenas noticias, debemos decir:

Al-Jamdu li-Llahi-l-Ladhi bi-Ni mati-hi Tatimmu- - alijat(u) (Alabado sea Allah, con cuya benevolencia las cosas buenas son perfeccionadas)

Cuando sea que estemos tristes, o en problemas, pedimos la ayuda de Allah al decir:

La Ilaha Illa Anta, Subjana-ka Innî Kuntu Mina-zd-Zdalimin(a) (No hay deidad sino Tu, Gloria a Tí, ¡OH Allah!, seguramente yo era de entre los que hacen mal)

Debemos terminar nuestro día al decir esta du a cuando vamos a la cama:

Bi-smi-ka Llahumma Amûtu wa- Ajya (En tu nombre, OH Allah, yo muero y vivo)

Pidámosle a nuestro creador el Más Clemente y Misericordioso que nos permite poner en práctica algunos de estos modales. y nos permita entrar al paraíso y nos proteja de las torturas del infierno. Ameen.


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jueves, 7 de enero de 2010

EL CORÁN Y LA CIENCIA MODERNA (1)

Alabado sea Dios, Señor de los Mundos, y la paz y las bendiciones sean con el Profeta, el Enviado como Clemencia para la humanidad.
En este libro, el Dr. Bucaille narra su encuentro con el Corán. "No es una fe en el Islam," dice el Dr. Bucaille, "que guió mis primeros pasos, sino la simple búsqueda de la verdad. Es así como lo veo hoy día. Fue un hecho importante que, por la época que había terminado mis estudios, me había permitido ver en el Corán un texto revelado a un profeta." Lo que le llevó a ésta convicción fue el hecho que sería impensable "para un hombre de los tiempos de Muhammad haber sido el autor de tales declaraciones a causa del estado de conocimiento en sus días."
Para el propósito de su estudio, el Dr. Bucaille agrupó los versos coránicos que contienen datos científicos bajo temas generales como la Creación, la Astronomía, la tierra, etc.
Respecto a la creación, él refuta la antigua noción occidental (deliberadamente o por ignorancia), que Muhammad solamente copió esbozos generales de la Biblia. Él compara la versión de la Biblia y el Corán y concluye que la versión bíblica es inaceptable científicamente, mientras que la versión coránica no solamente está de acuerdo perfectamente con los datos descubiertos por la ciencia moderna, sino también está sorprendentemente libre de nociones erróneas de la época. Entonces, se pregunta, ¿Cómo podemos imaginar que un hombre quien sacó su inspiración de la Biblia pudo haber sido el autor del Corán y, de su lógica, haber corregido el texto bíblico llegar a un concepto general que concierne a la formación del universo, cuando dicho concepto no se formó hasta siglos después de su muerte?
Este libro contiene un mensaje precioso para los científicos actuales, en particular, y el hombre moderno en general. Pero debe recordarse, como el mismo autor advierte, que el Corán no es un libro de interés científico sino que es un libro religioso por excelencia. El propósito del Corán en invitar al hombre a reflexionar sobre los fenómenos naturales y enfatizar la Omnipotencia divina. En éstas reflexiones, podemos hallar alusiones a datos relacionados con el conocimiento científico, que es seguramente otro Don Divino cuyo valor debe resplandecer en este tiempo de ateísmo material.
EL CORÁN Y LA CIENCIA MODERNA
En noviembre 9 de 1976, se dio una extraña lectura en la Academia Francesa de Medicina. Su título era "Datos fisiológicos y embriológicos dentro del Corán". Presenté mi estudio en base que dentro del Corán existen ciertas aseveraciones concernientes a la fisiología y la reproducción. La razón para hacerlo fue que nuestro conocimiento en dichas disciplinas es tal, que es imposible explicar como un texto como el Corán en sus tiempos contenía ideas que solamente se han descubierto en tiempos modernos.
De hecho, no hay trabajo humano previo a los tiempos modernos que contengan declaraciones que fuesen iguales en avance en el estado de conocimiento para el tiempo que aparecieron y los cuales podrían ser comparados al Corán.
Además de esto, un estudio comparativo de datos similares contenidos en la Biblia (viejo y nuevo testamento) parecía deseable. Así es como el proyecto fue formado en una confrontación entre el conocimiento moderno y ciertos pasajes en las sagradas escrituras de cada religión monoteísta. Ello resultó en la publicación de un libro bajo el título La Biblia, el Corán y la Ciencia. La primera edición francesa apareció en mayo de 1976.
No es de sorprenderse que la religión y la ciencia han sido siempre consideradas hermanas gemelas por el Islam y que hoy día, en un tiempo en que la ciencia ha llegado a pasos agigantados, siguen siendo aún asociadas, y más aún, ciertos datos científicos se usan para el mejor entendimiento del texto coránico. Lo que es más, en un siglo donde la verdad científica trata con dureza a la creencia religiosa, son precisamente los descubrimientos de la ciencia, que en un examen objetivo sobre la revelación islámica ha puesto a la luz el carácter supernatural de ciertos aspectos de la revelación.
Cuanto se ha dicho y hecho, hablando en general, el conocimiento científico podría parecer, a pesar de lo que pueda decir la gente, ser altamente conducente a reflexionar sobre la existencia de Dios. Una vez que comenzamos a preguntarnos de modo imparcial y desprejuiciado acerca de las lecciones de metafísica para ser conducidos desde algún conocimiento actual (por ejemplo, nuestro conocimiento acerca de lo infinitamente pequeño o el problema de la vida), en verdad descubrimos muchas razones para pensar en estas líneas. Cuando pensamos sobre la notable organización que preside al nacimiento o el mantenimiento de la vida, seguramente se volverá claro que la probabilidad de ello es el resultado de que la suerte es menos y menos, tanto nuestro conocimiento y progreso en este campo se expande. Ciertos conceptos deben parecer estar incrementándose inaceptablemente; por ejemplo, si uno pone por delante al francés ganador del premio Nóbel de medicina que trató de hacer a la gente admitir que la materia viva fue auto creada como el resultado de circunstancias fortuitas bajo el efecto de ciertas influencias externas utilizando elementos químicos sencillos como base. De esto se ha proclamado que los organismos vivos forman parte de los seres, llevando al destacado complejo llamado hombre. Para mí, parecería que el progreso científico hizo entender la fantástica complejidad que seres superiores proveen fuertes argumentos en favor de la teoría opuesta: en otras palabras, la existencia de una organización extraordinariamente metódica que preside sobre el notable arreglo de los fenómenos de la vida.En muchas partes del libro, el Corán lleva, en términos simples, a esta clase de reflexión general. Pero también contiene datos infinitamente más precisos que están directamente relacionados a hechos descubiertos por la ciencia moderna; estos son los que ejercen una atracción magnética para los científicos de la actualidad.

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